¡Ay! Febrero, el mes del amor, de San Valentín, del romance, de la pasión… ¡y del chocolate! Bombones de chocolate, piruletas de chocolate, tartas de chocolate… El amor se siente, ¡pero en San Valentín también se saborea!
¿Nunca os lo habéis planteado? ¿Por qué es común regalar chocolate? ¡Nosotros os lo contamos!
Esta tradición tiene su origen en el Imperio Azteca. Ya sabéis que los europeos no descubrimos el chocolate hasta la llegada a América, y allí hizo las delicias de todo aquel que lo probó. El cacao siempre fue muy valorado por el pueblo, utilizándose como moneda e ingiriéndolo como poderosa fuente de energía, pero además siempre estuvo ligado a los dioses y categorías sociales más altas. De hecho (y aquí comienza la relación con San Valentín), el emperador Monctezuma lo utilizaba como afrodisíaco y gracias a esa bebida casi mágica se decía que tenía una gran virilidad y energía sexual.
Por lo tanto, solo los rumores lograron relacionar al chocolate con lo que más adelante se consideraría la celebración de San Valentín. Cuando la comercialización de este producto se hizo más asequible en Europa, allá por el siglo XIX, comenzó a considerarse un bonito regalo en el día de los enamorados, y recibir una caja de bombones era algo muy íntimo, no cualquiera podía hacer un obsequio como ése.
Con el tiempo la ciencia ha demostrado que el chocolate provoca unas reacciones químicas en el cerebro muy similares a las que se generan cuando estamos alegres, enamorados o excitados. Si a la base científica le sumamos el buen trabajo del marketing en estos últimos años, unos envoltorios bonitos, unos escaparates de fábula y un sabor increíble, ¡el chocolate no se marchará nunca de nuestro San Valentín!
Desde Pastelería Ramos hemos tenido todo esto en cuenta y por eso, cada año, nos esforzamos en ofreceros envoltorios más llamativos, elegantes y románticos, y llenarlos de los mejores sabores de chocolate que podáis imaginar. ¡Podéis comprobarlo comprando en nuestra tienda o aquí mismo, en la web!
Esta semana estamos rodeados de amor y buenas intenciones. Os deseamos un bonito San Valentín con los vuestros, ya sean pareja, hijos, padres, amigos… ¡Todos merecemos recibir amor!
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